Ampliando espacio

Las primeras pruebas de animación las hice en mi propia habitación. La verdad es que echo de menos ese olor de plastilina, pintura y pegamento por la noche, y el dolor de cabeza por la mañana. (Atentos sobretodo al foco, que era el flexo).



Luego ya me expandí y pasé directamente a ocupar el salón de mi casa impidiendo que mis compañeras de piso pudieran comer allí.



Aquí ya más ancho en mi taller de tres menos cuadrados



El nuevo corto, lo estoy realizando en el ala izquierda de la mansión en la que vivo, que una de mis sirvientas ha habilitado únicamente para ese fin. (Para los que habeis estado, es la de enfrente del jacuzzi exterior). Lamento no tener ninguna foto a mano.




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